Hace tiempo ya que la tecnología permite analizar conductas de manejo e identificar patrones peligrosos para tomar decisiones que corrijan el comportamiento de manejo, prevengan potenciales siniestros viales, y aseguren un uso más sustentable de los vehículos.
La Organización Mundial de la Salud considera la seguridad vial como uno de los problemas más graves de nuestro tiempo, según sus datos, anualmente se registran en el mundo más de 1 millón de muertos y 30 millones de heridos. Su Decenio de Acción para la Seguridad Vial que busca disminuir el número de heridos graves derivados de incidentes de tránsito y reducir la huella de carbono, así como los objetivos marcados en la Agenda 2030 de ONU, marcan un camino. El interrogante principal es ¿qué esperan las personas, los organismos de gobierno y las empresas para empezar a utilizar la tecnología disponible?
En Argentina, según informan el Ministerio de Transporte de la Nación, la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), mueren más de 5.000 personas por incidentes de tránsito al año. Aunque el país se posiciona como referente para la región en materia de políticas públicas relacionadas con la temática, y los números demuestran que hay una estabilización en la cantidad de pérdidas humanas, en la actualidad se busca una mejora significativa que no se está logrando.
Además, es preciso destacar que solventar los diferentes costos relacionados con los efectos de la siniestralidad vial le cuesta al país más de $175 mil millones, por año. El equivalente a 1,7% del PBI.
Más del 90% de las muertes por accidentes viales se producen por conductas inadecuadas por parte de los conductores, que cometen maniobras imprudentes -ya sea por distracción o bien porque sucumben ante la somnolencia, atienden su celular o chequean sus redes sociales-, no cumplen con las leyes de tránsito o circulan a velocidades elevadas.
Anticiparse es la clave
Con el objetivo de favorecer una mejora en la eficiencia del manejo existen en la actualidad herramientas que contribuyen a optimizar la seguridad y prevenir accidentes. Estas tecnologías, cada vez más presentes en nuestras vidas, tanto para el uso particular como para el corporativo, trabajan bajo el ecosistema de IOT y promueven las buenas prácticas de conducción.
La incorporación de soluciones de Manejo Seguro permite pensar, a mediano plazo, en una posible reducción significativa de los incidentes fatales. Al mismo tiempo, se puede percibir su incidencia en el ahorro de costos tanto de mantenimiento como de combustible, lo que replica directamente en el aumento del rendimiento del vehículo, y por ende un incremento en la productividad de la flota. Este tipo de tecnologías son sumamente relevantes para colaborar con el objetivo de la OMS en su agenda 2030: salvar vidas, pero también para las empresas que deben enfrentar las consecuencias de los incidentes que protagonizan u ocasionan sus colaboradores.
A partir de la información online suministrada por estas soluciones es posible realizar análisis de conductas de manejo, identificando patrones peligrosos para disminuir el riesgo vial, anticipándose a posibles incidentes, fatalidades e incluso interrupciones en las operaciones puesto que, a partir de la información brindada por la herramienta, los administradores de flotas pueden tomar decisiones estratégicas y corregir comportamientos riesgosos de los choferes antes de que éstos tengan un impacto negativo.
Funciones como la detección de choques y accidentes en tiempo real, la visualización de maniobras -excesos de velocidad, frenadas, giros y aceleraciones bruscas- y la generación de reportes de scoring por viaje y por períodos, no solo proveen la información necesaria para promover la adopción de mejores prácticas de manejo, sino que, además impulsan un uso más sustentable de los vehículos y minimizan la huella de carbono.
Además, ante la detección de maniobras peligrosas, existen dispositivos de feedback en cabina, que emiten alarmas visuales y sonoras en relación al comportamiento de manejo, indicándole también el nivel de severidad de las mismas (bajo, medio o alto). Esto de cierta forma capacita al conductor, permitiéndole detectar y corregir en el momento sus costumbres no seguras de manejo. Las alertas de eventos también pueden ser recibidas por los administradores de flotas en tiempo real, a través de una app, y en la plataforma quedan también registradas todas las maniobras realizadas en cada viaje.
La incorporación de mecanismos de respuesta inmediata conlleva a una mejora del comportamiento de conducción y potencia la seguridad de las personas, al mismo tiempo que impacta en el ahorro de costos para las organizaciones dado que preserva la integridad de los vehículos, utilizándolos de una forma mucho más sustentable.
La utilización de estas soluciones tecnológicas para la evaluación de las habilidades y responsabilidades detrás del volante ya es una realidad y se encuentra cada vez más disponible en nuestras vidas, tanto para el uso particular como para el corporativo. Es a partir de un enfoque holístico de la seguridad vial con una respuesta sistemática y aunando fuerzas entre todas las instituciones y personas involucradas para la promoción de buenas prácticas de manejo, que será posible pensar a mediano plazo en una reducción significativa de los incidentes viales.