Desde el observatorio de Trendsity realizaron un análisis que pone a los espacios de trabajo compartido -por fuera del hogar y de las oficinas-, como una de las grandes reinvenciones en pandemia, creciendo conforme aumentó la tendencia de trabajos flexibles y móviles. Mirá.
Los cambios producidos por la pandemia, la aceleración del teletrabajo y una visión de trabajo remoto que aún no ve la luz al final del túnel, hace que las empresas entiendan que la apuesta a estructuras rígidas de oficinas de trabajo ya no resulten funcionales, al menos, en este contexto.
En ese sentido, compañías globales de coworking como WeWork lanzaron el servicio All Access, que permite a los miembros que utilicen los espacios de trabajo sin costo adicional en sus más de 800 puntos en 130 países.
¿En el marco de qué llega esta decisión? Según PWC -en base a ejecutivos de firmas de EEUU- el 49% de los encuestados ve como una opción implementar el trabajo remoto permanente para los roles que lo permiten, el 40% se propone acelerar la automatización y las nuevas formas de trabajo, y el 26% considera reducir su “huella de bienes raíces”, es decir, reducir el uso de instalaciones.
En sintonía, una encuesta de Buffer de 2019, -empresa de software de administración de medios sociales-, determinó mucho antes de la existencia del coronavirus que el 99% de los consultados señaló que quisiera trabajar de manera remota al menos una parte de su tiempo durante el resto de sus carreras. Otro estudio, en este caso de GetApp, estimó que la cantidad de personas que trabajan de forma remota al menos una vez por semana creció un 400% desde 2010. Para completar el panorama un análisis de Boston Consulting Group (BCG) estableció que el teletrabajo puede incrementar la productividad entre un 15% y un 40%; reducir el ausentismo laboral en un 40%; reducir las sustituciones de personal entre un 10% y 15%; así como suponer una disminución de costos de más del 20% en alquileres y recursos.
“Probablemente, estas firmas necesiten acceso a espacios de trabajo como células de co working, que aseguren higiene y seguridad para las empleados pero más cerca geográficamente de sus domicilios. Para ellos, estos formatos introducen cambios y protocolos para proteger la salud de los trabajadores. De esa manera se aseguran que los grandes clientes que piensen en volver a las oficinas puedan dispersar un poco la fuerza laboral, dar flexibilidad y a la vez mayor aislamiento”, puntualiza Mariela Mociulsky -Fundadora y CEO de Trendsity, y agrega, “Se estima que vamos a seguir con un nuevo blend entre la presencialidad y la virtualidad. Si bien las personas quieren reencontrarse y volver a ver a sus compañeros y trabajar con otros lo cual estimula la creatividad también se está valorando el no tener que perder mucho tiempo en las distancias y los desplazamientos, el tránsito y por supuesto, el miedo a los contagios. Pero la presencialidad no se va a perder, incluso se está evaluando que empresas compartan oficinas o espacios comunes intercalando días de la semana para trabajar un equipo u otro. La economía colaborativa va a crecer en muchas dimensiones y el ir a la oficina o espacio de trabajo, tendrá que tener un sentido. Al mismo tiempo, las empresas tendrán que reforzar el equipamiento en los hogares si bien algunas empresas ya lo están haciendo aún queda un camino por recorrer en este sentido”.
Un modelo flexible, pero sin perder la centralidad
Esta tendencia responde al modelo hub and Spoke (centro y distribución) que implica una oficina central y células flexibles y remotas. Esta modalidad ya está funcionado en New York y es lo que viene para un Silicon Valley que ya no se piensa un nodo tecnológico en lo geográfico, sino en lo conceptual: poder tener una mentalidad de núcleo de innovación tecnológica sin que la localización sea una punto central.
“Ha cambiado el paradigma. Desde el inicio donde el núcleo del trabajo se concentraba en una oficina, al home office, pasando por el coworking y, finalmente, hoy llega Benomad bajo el concepto: ’trabajá desde donde quieras’; que está centrado en el usuario y donde el lugar de trabajo lo elige uno mismo, en base a sus experiencias, necesidades, gustos o cercanía”, advierte Pablo Di Filippo CEO y Cofundador de Benomad – una startup argentina que logra anticiparse lanzando una plataforma que conecta las necesidades de profesionales independientes, empresas y distintos espacios de trabajo a fin de dar respuesta a este nuevo paradigma en el futuro del trabajo.-
Según el ensayista Jorge Carrión, el cambio radical en las estructuras laborales ha convertido esos ambientes con buen wifi, café y salas de reunión en una necesidad para muchísimos profesionales, más aún, en tiempos de hogares desbordados de habitantes y actividades.
¿Y Argentina?
Seguramente Argentina no escapará a la tendencia mundial, con empresas, emprendedores profesionales y owners de espacios de distintas características que ya están pensando en cómo reinventar una vez más el concepto de oficina.
“Con Benomad damos respuesta a este nuevo mundo y a través de la app, usuarios y empresas podrán elegir lugares para trabajar tales como hoteles, bares y restaurantes premium mediante la geolocalización. Los usuarios podrán seleccionar sitios especialmente acondicionados en función de sus objetivos de trabajo y preferencias, espacios que contarán con alta conectividad -y que nos ocuparemos de garantizar- y todo a través de planes de membresía accesibles y flexibles. El usuario así como las empresas y sus equipos podrán trabajar donde lo necesiten en el momento en que lo necesiten y con las condiciones de confort y operatividad que se adapten a sus cambiantes requerimientos. Nuestra propuesta se basa en brindar beneficios a los miembros de la comunidad para que puedan trabajar en lugares inspiradores, con todas las comodidades, ventajas, promociones y recursos tecnológicos necesarios”, concluyó el CEO y Cofundador de Benomad.