Las energías renovables ganan protagonismo en la matriz energética argentina y ya representan el 20% del consumo eléctrico nacional, principalmente gracias al desarrollo de parques eólicos y solares.
Esta transformación permite reducir importaciones de combustibles fósiles y ahorrar más de US\$ 1.000 millones al año. La energía térmica, que en 2024 aportó el 51,3% del total, va perdiendo peso frente a fuentes más limpias y sustentables, mientras que las represas hidroeléctricas y la energía nuclear completan la oferta.
En este contexto, la tecnología nuclear también vuelve a tomar impulso con planes para construir pequeños reactores modulares, que podrían duplicar la capacidad actual. Las tres centrales nucleares del país generaron el 7,2% de la electricidad en 2024. Por su parte, la generación hidroeléctrica —que incluye represas binacionales como Yacyretá y Salto Grande— mantiene su aporte histórico, mientras se evalúa re-privatizar centrales sobre los ríos Limay y Diamante. Esta diversificación energética apunta a una mayor autonomía, sustentabilidad y competitividad internacional.
