La marcha del actual blanqueo de capitales, cuya primera etapa vence el 31 de octubre próximo, es muy superior a la iniciativa muy similar que se llevó a cabo por el gobierno de Mauricio Macri en 2016.
El aumento de los depósitos en dólares del sector privado en los bancos superó las expectativas, pasando de 18.400 millones a 31.400 millones a fines de septiembre. Este incremento de 13.000 millones en un mes se atribuye al blanqueo, comparado con los 11.000 millones en nueve meses del blanqueo de 2016, cuando se exteriorizaron 117.000 millones de dólares.
El blanqueo actual tiene diferencias cualitativas: el mínimo no imponible es de 100.000 dólares, lo que ha llevado a la clase media a depositar sus ahorros. Además, si se dejan más de 100.000 dólares depositados hasta fines de 2025 o se invierten en activos elegibles, no se paga la penalización del 5%.
Otra diferencia es que los bancos pueden recibir billetes antiguos y manchados, que cotizan hasta un 10% menos en el circuito informal.