Holcim cumplió 95 años de operación en Argentina y atraviesa una transformación profunda: pasó de ser una cementera tradicional a convertirse en una compañía de soluciones integrales para la construcción, ampliando su portafolio de 10 a más de 1.000 productos.
Produce más de 5 millones de toneladas de cemento por año —el equivalente a levantar cinco estadios Kempes— y en la última década invirtió 300 millones de dólares para expandir su presencia. En este contexto, la conducción quedó por primera vez en manos de un cordobés, Pablo Bittar, quien asumió como CEO tras 30 años de carrera interna y experiencias en Ecuador y Colombia.
La empresa emplea a 1.400 personas y opera plantas en Córdoba, Mendoza, Jujuy, Buenos Aires y Tucumán, además de unidades de hormigón elaborado y negocios como Disensa, Tensolite, Tector, Quimexur y la reciente incorporación de Horcrisa. Según Pablo Bittar, la estrategia global de Holcim es integrarse en todas las etapas de la construcción y seguir creciendo mediante adquisiciones, con el objetivo de equilibrar sus ventas entre cemento y otros productos. Con un 85% de energía renovable —y la meta de llegar al 100% en 2030— la innovación y la sostenibilidad son pilares clave. Aunque el sector cayó 25% en 2024, Bittar proyecta una recuperación gradual y destaca que la compañía está preparada para capitalizarla desde su enfoque integral.
