
Después de un fatídico mes de julio en el que hubo tres ministros de Economía en la Argentina, el designado nuevo encargado del Palacio de Hacienda y otras áreas como Producción y Agricultura, Sergio Massa, afronta desafíos urgentes.
La gran incógnita es si con sus primeras medidas le alcanzará para apagar en algo estos incendios; si efectivamente tendrá la botonera del control económico y si el kirchnerismo duro no lo torpedeará cuando tenga que avanzar en algunas cuestiones antipáticas.
