La versión remozada del plan Platita de Sergio Massa ha puesto en jaque el acuerdo con el FMI. Es que compromete la meta clave de déficit fiscal que este año debiera ser del 1,9% del PBI.
Así, se estima que el déficit del 2023 estará en 3,7% del PBI y dado que la Argentina no tiene posibilidad de acceder al mercado voluntario de crédito, ese faltante debiera ser cubierto con emisión, la que equivaldría a un 11% de la base monetaria actual.