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La carta de la CIMCC por el Día de la Industria

Sep 3, 2021

Desde la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba lanzaron una carta donde expresan su pesar por pasar un año más bajo la pandemia y la crisis, pero sin bajar los brazos de cara al futuro.


Queridos colegas industriales,

Por segundo año consecutivo festejamos un nuevo Día de la Industria inmersos en una crisis mundial por efecto de la pandemia, que por más que hubiéramos querido, poco podíamos hacer para detenerla.

Durante el primer año nuestra misión era cuidarnos entre todos, preservando la salud y la economía en un fino equilibrio. No había otra. En este segundo año, sin dejar de tener en cuenta esas dos premisas y casi diría haciendo aún más hincapié en ambos ejes y con vacunas disponibles, nuestro foco debe pasar por acelerar el proceso de vacunación, instar a todos y cada uno a recibirla y recuperar los mejores niveles de productividad que cada sector pueda conseguir, dado que, por más que haya algunos con niveles de trabajo pre pandemia, nuestro punto de comparación sigue siendo bajo y nuestra improductividad muy alta debido al ausentismo de más de 2 dígitos porcentuales en los que estamos inmersos. Nuevamente aquí debemos volver a la cultura del trabajo saliendo del encierro.

Creíamos que al estar tan lejos del mundo la pandemia no golpearía, pero estamos siendo testigos y seguirá siendo así por 2 años más, de un sistema logístico roto en donde nuestros productos no pueden llegar al mundo ni nuestros insumos llegar a nuestras plantas. Los sobrecostos por variaciones de nuestra materia prima con cambios mensuales, no tienen nombre. El único consuelo que tenemos es que pareciera que en otros lados están peor.

Nos resistimos a pensar que en el reparto de cartas Dios haya sido tan injusto con la Argentina. ¿No será que en las últimas 4 décadas hemos entorpecido el armado del mazo y al barajar nos tocan malas partidas? Sería injusto si esta autocrítica no comenzara con nosotros mismos. La mayoría de los industriales PYMES o no, nacimos en Argentina, nos criamos en Argentina, nos desarrollamos acá y seremos enterrados acá. Sepamos que mucho tenemos que ver y hacer para cambiar las cosas. Mientras hay muchas multinacionales yéndose o diciendo que se quieren ir, nosotros debemos redoblar la apuesta. Creyendo, invirtiendo, desarrollando, innovando, peleando, andando siempre para sacar a nuestro país adelante. Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia dijo el escritor. Ergo, mucho más de lo que nosotros creemos depende de nosotros mismos.

Aunque con muchos menos grados de libertad, a nuestros empleados debemos pedirles que dejen de creer que la Argentina es un país que con sus cuatro climas y recursos naturales, pagará por sí misma todas las cuentas. La Argentina y nuestra provincia con su matriz productiva actual, compite con Brasil, México o Tailandia en una lucha encarnizada y la historia nos viene demostrando que esa batalla se está perdiendo con solo comparar cómo mejoraron los demás, en las mismas cuatro décadas. Somos todos, cámaras y sindicatos, los que debemos levantar la vara de la exigencia y crecer siempre alcanzando competitividad. Nuestros asociados y nuestros agremiados nos pusieron en estas posiciones para dar lo mejor de nosotros, no para servirnos de los demás. Nos pusieron para administrar fondos ajenos, no para cobrar dando cada vez menos prestaciones de las que fueren. Los gobiernos, por su parte, en todos sus niveles deben entender que no pueden ni deben interferir con las instituciones. Cuanto más fuertes sean las mismas, mejor institucionalidad habrá y todos nos veremos obligados a mejorar. Así lo hemos visto en los recientes juegos olímpicos la competencia mejora el juego.

A comienzos del 2019, el medio Chequeado.com de la Fundación La Voz Publica que se dedica a la lucha contra la desinformación, entre otras acciones que promueven el acceso a la información y la apertura de datos, verificó la falsedad de una imagen que circulaba en Facebook afirmando que en Argentina había 700.000 legisladores y en el análisis que desmiente ese dato concluyó que la cantidad total de legisladores nacionales, provinciales y locales sería de 55.141. Es decir que tenemos aproximadamente un legislador por cada 1000 habitantes. Y en ese nivel de porcentualidad, la inmensa mayoría de los argentinos estamos siendo espectadores de peleas absurdas y carentes de contenido, entre nuestros políticos, que se agravan aún más en momentos electorales como estos. Decididamente, no necesitamos eso de nuestros representantes. Todo lo contrario, necesitamos compromiso para fomentar políticas a largo plazo, políticas de estado que brinden previsibilidad, fomentando así el ánimo de inversión y con ello, el consecuente crecimiento y competitividad.

Los industriales estamos acostumbrados a medir eficiencia. Si trasladamos esta actitud a los políticos, donde las opciones serían o mejorar o cerrar porque si no nadie les «compra» su discurso, el único camino que saben seguir es el de un sistema perverso de dar dinero para que les «compren», es decir para que los voten. Y a lo largo de nuestra historia hemos comprobado que esa opción no nos lleva al crecimiento sino todo lo contrario, nos condena a la decadencia. La realidad, mirada desde la industria, muestra que muchos sectores están demandando gente, sea por reacti vación lisa y llana o por las ausencias COVID. Es el momento justo de convertir los planes en trabajo genuino, sin punteros, sin intermediarios, sin extorsiones. Anímense. Anímense a disminuir los costos laborales para que las industrias se llenen de gente productiva. Porque si bien está claro que sin industria no hay Nación, no hay industria sin empleados y no hay empleo genuino sin industria.

La carga impositiva sobre los pocos que producimos es cada vez más pesada. Se nos quiebran las rodillas, se nos curvan las espaldas para poder mantener un sistema con tanta ineficiencia. Una vez más, les decimos a nuestros gobernantes que queremos producir, queremos hacer crecer la economía de nuestra querida Argentina. Los industriales, junto a nuestros trabajadores, queremos ser parte del despegue tan necesario luego del golpe profundo que provocó en el mundo y aquí, la pandemia por coviP-19.

Porque con ello también honramos el compromiso y pasión que ejercieron aquellos colegas, amigos y hermanos industriales que hoy ya no están. Aquellos que nos dejaron en estos dos años tan difíciles, pero cuyo legado sigue vivo en cada uno de nosotros cuando abrimos nuestros talleres y nuestras plantas, haciendo día a día aquello que nos apasiona: producir.

Por una Argentina productiva, por una Córdoba productiva, seguimos de pie. Marchemos juntos, gobiernos, cámaras y sindicatos, porque el trabajo conjunto potencia los resultados. Siempre.

iFeliz día a todos los industriales!

Comisión Directiva CIMCC

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