Estamos en medio de una pandemia mundial y con ese mar de fondo, el sistema sanitario en la Argentina, según vienen avisando los mismos actores de esta actividad, está al borde del colapso.
El personal médico, cansado y estresado después de un año y medio de trabajo a destajo para hacer frente al Covid; los prestadores, que son los que brindan el servicio de atención sanitaria, están desfinanciados y casi fundidos y los financiadores, que son los que captan el aporte de los afiliados y pagan por los servicios que utilizan los pacientes peor aún. Y es aquí, en este último eslabón en donde está el problema.